Diciembre de 2015
Silencio
El amanecer entra por mi ventana. Desde donde estoy veo construcciones imposibles, casas encaramadas cerro arriba, algunos barcos en la bahía. En el horizonte la claridad del día. Estamos viendo amanecer en Valparaíso; aquí la madrugada es brisa fría y silencio
Más allá, hacia el norte y el noreste, ya no hay disfrute de amanecer alguno. Un breve recuento de dolores pudiera incluir el casi eterno conflicto en tierras Palestinas, las sinrazones del odio se expresan de la peor forma dejando un saldo de muertos, heridos y destrucciones. Hubo un instante en que algunos sacerdotes sin templo, llamaron “primavera árabe”: el gentío se expresó en las calles y plazas, más pronto que tarde se calmó la muchedumbre, las cosas volvieron a ser como eran antes, con pocos visos de real mejoría.
Porfiada especie que espera resultados distintos haciendo siempre lo mismo. De pronto los poderes sacan de la manga un conflicto, donde no lo había. Con talento de guionistas y directores de cine, convirtieron a un gobernante, algo histriónico,, loco iluminado y pésimo estratega, en dictador a punto de masacrar a su pueblo. Se movió la tramoya del circo, los poderes se coludieron para un negocio: vender armas, controlar los recursos aquietar gobernantes molestos. De libia no quedó ni la sombra, de paso murieron más personas reales que las ficticias, posibles de salvar con la intervención. Defendiendo un problema falso aportaron soluciones reales que eran peores que el problema. Así unos pocos mantienen el control de lo que funciona para ellos, haciéndonos creer que funciona para todos.
Luego intentan hacer lo mismo en Siria. no ha sido posible, entonces,aparte de las destrucciones, los muertos, heridos y refugiados, aparece esto fatídico llamado ISIS o EI (Estado Islámico, que no es estado ni es islámico) Los monstruos de la guerra, creados por titiriteros del norte, cortan los hilos y se mueven con fuerza propia. El “remedio” que Francia ha contribuido a implementar, como solución imposible, ahora lo han sufrido en casa. Se necesita muy poca inteligencia para saber que vendrán otras acciones de guerra del EI en Alemania, Inglaterra, Italia, España…
¿Qué decir de Grecia condenada a pagar lo impagable, para que el sistema siga su curso hacia el descalabro? Allí la guerra se da por otros medio, pero las víctimas están del mismo lado.
¿Dónde está la “seguridad perdida”? Lo que en la sociedad se pierde ya no se puede recuperar sin un cambio total. Como respuesta al presente solo podemos esgrimir un NO, no de esos cables pelados no esperemos ningún chispazo de genialidad que nos conduzca a la solución. La solución a los dramas sociales humanos, está en cada uno de nosotros y no es otra que la expresión del ser en cambio constante.
Los desastres
El Cambio climático con sus secuelas de supertormentas, largas sequías, avance de los desiertos, derretimiento de los polos, a esto sumamos que se consume más agua dulce, se llena de basura el mar, se rompe el ciclo de reproducción de productos del mar, es decir, ante la realidad desastrosa no se cambia de modo de vida. Para peor los poderes políticos, salvo honrosas excepciones, no aportan soluciones, pareciera que ellos no comprenden la realidad, pues siguen en el día a día de poner más escollos a la vida. Por otra parte los poderes económicos avanzan cada día más hacia lo moralmente inadmisible: el 1% de la población mundial controla el 50% de la riqueza mundial, es decir el 99% de la población se mal reparte el 50% restante.
Hacia mañana nos queda la capacidad de implementar sobre la marcha soluciones. inventamos o perecemos, este parece ser el dilema actual. En este drama no hay mucho tiempo por delante ni de nada servirán los pergaminos acumulados. Cambiar de modo de vida,cambiar la forma en que nos relacionamos, cambio de cultura, he ahí la solución, el asunto es atrevernos a romper nuestro reducido espacio de seguridad.
Los deberes de la cultura
Los deberes de la cultura son en primer lugar los deberes de la conciencia y del amor a la vida. Conciencia de lo social y del momento crucial que se vive. en este sentido equivale a mirar con mirada profunda, comprender como funciona el sistema, conocer la realidad en sus causas y efectos, saber con dudas y certezas, que la realidad cambia según nosotros actuemos o dejemos actuar a los demás. En suma conciencia es reconocernos en lo que es la sociedad actual. El otro componente es el amor que le pongamos a lo que hacemos. Nos recuerda Walt Whitman que nadie puede andar una milla sin amor, Violeta Parra nos dice que al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero.
Audacia en tres tonos
Imaginemos que cantamos a coro en tres todos distintos. Sería una polifonía. El canto en sí puede ser cualquiera, lo que hace bello al mundo y enriquecedora la experiencia de vivir es la diversidad.
Teniendo esto en mente no es desperdicio imaginar tres tonos posibles de argumentar la audacia.
Con el tono de la imaginación
La vida es música, es decir movimiento, lo cual equivale a decir que todo movimiento a veces tiene sus notas altas y bajas. Son los sobresaltos de la sobrevivencia. En estos instantes, que parecen eternidades, es cuando la capacidad para inventar salidas nos puede salvar.
Con el tono de la angustia
La desesperación, dicen, no es buena consejera, pero la angustia, ese hoyo profundo del alma por causas concretas, si puede conducirnos a la audacia de hacerle frente a las circunstancias adversas.
Con el tono de la porfía
Una golondrina no hace verano. Es con la persistencia que podemos lograr dejar huella.
En conclusión, continuar haciendo posible lo que antes parecía imposible. Entregar belleza desde el alma para embellecer la vida con gestos poéticos.
Todo el mes de mayo para entregar poesía como acción universal por la paz. Por ahora seguimos en los preparativos.
Desde varios lugares de Chile
Tito Alvarado
P. Coordinación general Festival Palabra en el mundo
